jueves, 28 de noviembre de 2013



ORIENTACION EDUCATIVA



Entendemos la orientación educativa como proceso educativo continuo y esquematizado-que sigue unas pautas marcadas-de ayuda para la toma de decisiones del individuo. A través de este tipo de procesos se busca crear en los alumnos y en las personas una independencia y una madurez que les haga tomar sus propias decisiones, basándose siempre en el conocimiento de las consecuencias que tiene estas decisiones. Serán los orientadores los encargados de dar a los orientados la información suficiente para tomar decisiones, informando tanto de las posibilidades como de las consecuencias de todas ellas.  Los orientadores tienen también la labor de crear en los orientados una autoestima y una confianza en sí mismos que les haga decidir y tomas sus propias decisiones pensando en lo que consideran más adecuado para sí mismos sin miedo al error. Un orientador tiene que enseñar a decidir pero no puede decidir por el orientado. El orientado debe perder todas sus fuentes de apoyo (profesores, amigos, familia…) y basarse en sus propios deseos  expectativas para organizar su vida y su futuro.  Decimos que el proceso de enseñanza aprendizaje está siempre presente debido a esta conexión entre ambas partes. Se establece un vínculo entre el orientador, que haces como un guía, y el orientado, que escucha al guía y le sigue por un camino, que al final, debe terminar el solo. El orientados transmite unos conocimientos que el orientado hará suyos para moverse a lo largo de toda su vida.

No obstante este tipo de orientaciones no son propias únicamente de las etapas infantiles o escolares, sino que deben y en muchos casos están presentes en las edades adultas y a lo largo de toda la vida y en todos los ámbitos. La orientación no debe limitarse a edades tempranas ya que somos humanos, seres imperfectos y que no poseemos todo el conocimiento de la realidad, por lo que necesitamos que nos den información durante toda nuestra vida. Este tipo de servicio, por tanto, no solamente va dirigido al alumno sino a una colectividad de personas, por lo que todas las personas que hacen la función de orientador deben tener tanto recursos suficientes para ejercer esta función como una autoridad que les permita ejercerla.

El tema que nos interesa a nosotros es la orientación educativa, por lo que nos hemos centrado ella, pero cabe destacar que la función de orientación no es ejercida únicamente por educadores, psicólogos, pedagogos, psicopedagogos, etc.; sino que también la realizan otro tipo de profesionales como educadores sociales, ya que es un proceso que influirá y se dará también en el ámbito social, personal, de relaciones laborales, etc.

 Por todo lo citado anteriormente los educadores tienen que saber cómo iniciar, impartir y desarrollar este proceso. Los educadores deben estar preparados para analizar la situación en la que se encuentra el alumno al que van tratar y saber cómo llegar a él, deben establecer un vínculo para crear una relación fuerte con el alumno que haga que pueda confiar en ellos plenamente, para llegar así a conocer al orientado, y para que este llegue a conocerse a sí mismo haciendo así que pueda actuar de manera autónoma y tomar sus propias decisiones.

Para que el educador pueda lograr conectar así con un alumno, lo primero que tiene que hacer es conectar consigo mismo. Debe saber cuáles son sus puntos fuertes y débiles para aprovecharlos y reducirlos beneficiándose de ellos llegando a ser mejor profesional.

También es importante decir que esto no solo se tiene que quedar dentro del ámbito educativo, sino que la familia también es un punto importante para que este proceso se dé la mejor manera posible, intentando que se produzca una gran relación entre la familia y la escuela. El vínculo que se ha establecido en el orientado debe trasladarse también al ámbito familiar para que el proceso de ayuda se refuerce y sea más rápido.
Antes no se daba tanto este tipo de asignatura, pero con el paso del tiempo se ha ido viendo que es bastante útil para individuos concretos. Siendo muy bueno para la autonomía propia del individuo.
El educador debe formarse en la forma de actuar en los niños. Fuera del hogar, el profesor para  a ser una de las figuras de referencia de autoridad, el niño siempre va a buscar ser como el profesor o agradarle. El docente debe ejercer su función de orientador actuando sobre este haciendo que vea que no debe seguir la forma de ser de una persona, sino que debe formar la suya propia a través del autoconocimiento. El orientador-docente es el que tiene que mostrar al niño las diferentes opciones de actuaciones, concienciarle de que su valoración también importa y enseña que toda actuación conllevará una consecuencia que debe asumir y aceptar.
Este educador-orientador llevará a cabo las actuaciones anteriormente citadas a través de los diferentes modelos de intervención citados anteriormente. Dependiendo de quién los defina podemos encontrar diferentes modelos pero, los básicos son tres que siempre aparecen. El docente no solo debe conocer estos modelos, sino saber aplicarlos y tener los instrumentos suficientes para llevarlos a cabo de una forma adecuada y que favorezcan al desarrollo del alumno.
No obstante, debemos tener en cuenta la diversidad. Es decir, que no podemos aplicar a todos los alumnos los mismo métodos o las mismas herramientas ya que cada niño, cada familia y cada persona es un mundo, con su forma de ser y sus características propias por lo que la forma de actuar  variará.La orientación educativa no debe estar encaminada a buscar que el alumno saque las mejores notas, a que se realice el mejor trabajo, el que más remuneración tenga, etc., sino a formar personas sanas, que tomen sus propias decisiones y que elijan el camino que consideren mejor para sí mismos.



Crescente Mary CI.20.355.774

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